Trufa de verano

TRUFA DE VERANO

Un manjar bajo nuestros pies

Cuando hablamos de salir a por setas, lo que nos suele venir a la mente son paisajes de praderas verdes, bosques húmedos… y ese boletus, morchella o cualquier otra seta asomando entre el musgo o la hierba esperando a que lo fotografiemos y lo echemos a la cesta, pero si la seta que salimos a buscar sale enterrada (hongos hipogeos) la cosa cambia y es mucho más difícil encontrarla, cosa que pasa con el género Tuber
(trufa), pero que por suerte para nosotros suele hacer quemados, (“quemado” llamamos a la zona alrededor del árbol micorrizado en la cual no crece vegetación a causa de la simbiosis de trufa/árbol que deja sin nutrientes al resto de plantas competidoras) haciéndonos algo más fácil salir a buscarla, aunque lo normal es que esto lo hagamos acompañados por un perro adiestrado para encontrarlas.

Hoy vamos a hablar de la trufa de verano (T. aestivum), es muy parecida a otras trufas, como la T. melanosporum, la trufa negra de invierno, pero hoy no vamos a explicar las diferencias más que nada porque ahora mismo es imposible encontrar ambas, con lo que sería imposible confundirla con esta trufa, aunque si se podria confundir con T. uncinatum, de la misma familia que T. aestivum, pero además de que también es un excelente comestible. Su época de maduración no suele ser la misma, con lo que es muy raro encontrar ambas en la misma época y en el mismo quemado.

A la izquierda (T. Melanosporum) y a la derecha (T. Aestivum).

Dentro de todas las trufas, podríamos decir que esta es la más fácil de buscar (que no de encontrar), porque además de salir muy cerca de la superficie, pudiendo hacer grietas en la tierra o pequeños montículos que se pueden ver a simple vista, es la más extendida por toda la península, siendo rara la comunidad autónoma donde no se coge.

Pero ¿por qué es tan común? pues más que nada porque esta trufa es mucho menos exigente que todas las demás en cuanto a pluviometría y ph del suelo se refiere, necesitando unas condiciones de pluviometría de entre 300mm año hasta 1100mm, aunque las lluvias realmente importantes para ella son las que van del mes de Febrero a Mayo, además, su ph puede variar desde 6 a 8,5 con preferencia por el suelo calcáreo, con lo que puede micorrizar muchos tipos de árboles como encinas, robles, avellanos, hayas, tilos, chopos, pinos… Si a todo esto le añadimos que sale desde los 200 msnm hasta los 1400, tenemos la razón al decir que es la trufa más común.

La época de recolección, va de abril a septiembre, pero dependiendo el año se puede adelantar o alargar, de todas maneras antes de salir al campo a buscarlas, deberemos informarnos de la legislación en cuanto a la recolección de trufas, pues en cada comunidad cambia y en algunas de ellas necesitas unos permisos especiales para poder recogerla.

De todas maneras esto es solo un pequeño resumen para ir metiendonos en materia poco a poco, pues el mundo de la trufa es mucho más amplio y sería imposible contar todo en un solo artículo, así que muy pronto volveremos y contaremos más cosas interesantes de este manjar del verano que, aunque tiene fama de ser de menor calidad por tener un olor y sabor más suave que su hermana de invierno, a quien no nos gusta el sabor tan fuerte de la T. melanosporum esta es su trufa. Mientras, os estamos preparando otro artículo para aprender a cuidar y alargar la producción de nuestros setales con pequeños trucos.

Muchas gracias por vuestra atención.