UN PASEO ENTRE PASTOS
Son muy pocos los aficionados a la micología que no conocen la seta de cardo (Pleurotus eryngii), una de las setas mas fáciles y cómodas de buscar y quizás a la que menos justicia le hace su fama, pues a pesar de ser muy abundante y conocida, y de ser muy sabrosa, (esta catalogada como excelente comestible, y tal es su fama en todo el mundo, que muchas empresas se dedican a su cultivo) muy pocos son los aficionados que salen exclusivamente en su búsqueda, pues de no ser que buscando otras especies pasen por una zona de pasto y se crucen con ellas, no suelen entretenerse en recolectarlas.Por eso esta vez nosotros hemos decidido salir en su búsqueda de la mano de uno de nuestros expertos, que nos va a contar alguno de los trucos para poder hacer una buena recolecta de esta seta. Partimos de casa cuando el sol aun no ha salido, y en nuestro trayecto nos cruzamos todo tipo de animales como gamos (Dama dama), cievos (Cervus elaphus), corzos (Capreolus capreolus), zorros (Vulpes vulpes), las ultimas ardillas que se preparan para el invierno (Sciurus vulgaris), y muchos mas animales que se empiezan a mover con los primeros rayos de sol. El viaje, un poco largo, se hace ameno, pues a cada árbol que vemos, animal que se cruza... surge una conversación muy constructiva que acaba en el mismo tema, las setas. Y así poco a poco, entre los primeros rayos de sol y la primera niebla de la mañana levantándose, llegamos a nuestro destino. Como vamos a buscar una seta en particular, la seta de cardo (Pleurotus eryngii), nuestro amigo nos explica las características del terreno que estamos, para entender que tipo de hábitat prefiere esta seta.
Estamos en un suelo calizo, poco arcilloso y en el que ganado y/o animales cinegéticos pastan habitualmente, pues esta seta necesita suelos bien abonados. Son praderas, eriales, baldíos.... terrenos que antes servían para el cultivo pero que en los últimos años no se han labrado ni cultivado. Por supuesto, además de todo esto, lo más importante como nos explica, es que en el lugar que vamos a buscar, crecen los famosos cardos corredores (Eryngium campestre), pues esta seta sale asociada a estos cardos, cuando este ya esta seco, más concretamente a su raíz cuando empieza a descomponerse, por lo que debemos de cortar la seta y no arrancarla para evitar estropear el micelio.
Detalle de la raíz del cardo Eryngium campestre y como la seta sale asociada a él. |
Cogemos la cesta y empezamos a andar, es una seta muy cómoda de buscar, ya que al salir en terrenos llanos y sin apenas desniveles, basta con ir dando un agradable paseo por una zona que reúna las características necesarias, para poder disfrutar de la recolecta sin apenas esfuerzos. La mañana esta muy tranquila, y apenas hemos pisado la pradera, las setas empiezan a salir a nuestro paso. Suelen estar en grupos bastante numerosos, ya sean en un ramillete en el que salgan varias setas, o en una especie de corro, saliendo varios ejemplares en línea, lo raro es encontrar una sola, muy separada de las demás. En apenas un rato llevamos un buen puñado setas y no menos fotos en nuestras cámaras, pues casi a cada seta que vemos, ya sea comestible o no, le dedicamos un momento para hablar de que tipo de seta es y de porque esta allí. No hay mucha variedad de setas, Suillus, Agaricus, Tricholomas, Inocybes... es decir, las setas de principio de temporada, por lo que es muy difícil confundir al Pleurotus eryngii con otra seta, aun asi nos fijamos en sus principales características para no confundirla, el color es muy variable y pasa del crema hasta el marrón oscuro o casi negro, por eso nos deberemos fijar en otras características como las láminas, son desiguales, espaciadas y decurrentes, es decir, van desde el sombrero hasta el pie, el cual puede ser tanto central como excéntrico, y es del mismo tacto y corte que la carne de la seta. Si además nos fijamos que esta donde en su día hubo un cardo corredor, que como hemos dicho antes es la planta a la que sale asociada, es muy difícil confundirla con otra seta. Aun así, surge el tema de la cantidad de intoxicaciones que hay cada año, con lo cual hablamos de las veces que hemos dejado una seta en el campo por tener la mas mínima duda de si es o no la seta en cuestión que queremos, ya que a veces las condiciones climáticas o el tipo de suelo hacen que las setas pueden tener distintos tonos o distintas formas, cosa que con el paso de los años y con la experiencia vas perfeccionando como nos demuestra nuestro amigo poniéndole nombre a cada seta que vemos por rara o pequeña que fuera. Sin darnos cuenta, ya casi hemos llenado la cesta, y andado algún que otro kilómetro, así que decidimos volver al coche con un paso algo mas ligero, pero tenemos que seguir parándonos pues seguían saliendo alguna que otra seta a nuestro paso.
Cuando ya estamos llegando al coche, y después de no ver a nadie en toda la mañana, vemos a un hombre anciano que ha dejado su coche al lado del nuestro, y ha bajado recogiendo setas, por el mismo lugar donde nosotros ya estuvimos recolectando. Nos acercamos a saludarlo, él amablemente devuelve el saludo, y nos da la enhorabuena por la cesta que llevamos. Muestra la suya contento y lleva un buen puñado recogido ya, lo que nos alegra, pues a pesar de haber estado nosotros por allí, hubo muchas setas que no vimos y que este hombre sí y pudo recoger. Nos dice que esos terrenos son suyos, y que lleva más de 14 años sin labrarlos, pues la edad y las condiciones económicas ya no se lo permiten. Amablemente nos invita a seguir buscando setas en su finca, la cual no labrara para que puedan seguir recogiendo setas las muchas personas que por allí van. No podemos aceptar la invitación, una cesta de setas de cardo es mas que suficiente, ademas de que tenemos que estar a la hora de comer en casa para continuar con los quehaceres diarios. Así que se lo agradecemos pero nos marchamos. Ya de vuelta a casa vamos hablando de las condiciones climatológicas necesarias para que salga esta seta, y decidimos hacer un artículo para hacerle justicia a una seta tan sabrosa como es esta. Solo nos queda llegar a casa, limpiar las setas de algunos restos de tierra, y cocinarlas, uno de los mayores placeres que hay para casi todo aficionada a la micología.
Solo cabe agradecer a nuestro amigo y colaborador por el día tan agradable de campo que pasamos, y como ya hemos dicho, os prepararemos un artículo hablando de las claves de esta seta (pluviometría, temperatura, pH…).
Esperamos que os haya gustado este pequeño relato de una mañana de campo que disfrutamos y os animamos a que salgáis a disfrutar de la naturaleza y todo lo que ella nos ofrece, pero siempre desde el máximo respeto y sobre todo con mucha precaución a la hora de consumir cualquier seta, con la más mínima duda, mejor dejarla, no queremos que por probar una seta que no estamos seguros que es comestible, podamos tener problemas. Nos despedimos con nuestro consejo de siempre, salid al monte a disfrutar de el y a cuidarlo.
Muchas gracias por vuestra atención.
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